jueves, 28 de diciembre de 2017

ESTADOS UNIDOS DE JAPÓN – Peter Tieryas

Editorial: Nova

Año: 2017

Páginas: 406

Precio: 20€


Nota: 8 / 10





Sinopsis: 

Año 1948. Japón, con Alemania como aliado, ha ganado la Segunda Guerra Mundial. Los americanos no han podido resistir los ataques nipones y han terminado por capitular. Todo el continente americano pasa a manos de los japoneses y los alemanes. 

En 1988, cuarenta años después, los estadounidenses veneran a su Dios el Emperador, y recuerdan con orgullo los días de gloria en los que Japón fue vencedor de la contienda. Aunque no todos lo hacen, ya que un grupo de insurgentes, llamados los George Washingtons, un colectivo de etnias dispares, se dedica a manifestar su descontento con la sociedad mediante guerrillas y atentados terroristas, así como a extender el uso ilegal del USA, un juego de realidad virtual que muestra la guerra desde el punto de vista americano. 

Una noche de ese año, Beniko Ishimura, capitán de la oficina de censura, recibe una misteriosa llamada del general Mutsuraga, quien fue su senpai diez años atrás, mientras ambos servían en San Diego. Con esa llamada la vida de Ben pegará un giro radical, donde a cada paso que dé tendrá que superar viejas heridas del pasado, así como grandes pruebas del futuro. 

En un ambiente social rodeado de alta tecnología y censura radical, Tieryas nos plantea la cuestión sobre si la realidad hubiese sido mejor con el otro bando como ganador y, sobre todo, la perdurabilidad del ideal americano llevado al límite. 


Reseña:

Este libro me ha puesto nerviosa en varias ocasiones mientras lo leía. Y sólo por eso este tío ya me cae bien, ya que considero que remover al lector en el sitio es algo cada vez más complicado. 

La historia es una versión alternativa del clásico de Phillip K. Dick El hombre en el castillo, y no está mal llevada, aunque no tiene mucho que ver con su antecesor, al menos en lo que a desarrollo se refiere. 

Peter Tieryas
La premisa es básica: EEUU ha perdido la guerra, y Japón domina todo el continente americano. Si eres tan friki de la cultura japonesa como yo, te dicen esto y piensas, “pues ni tan mal, seguro que nos iría mejor”. Pues zasca, porque según Tieryas no, ni de coña. En esta sociedad ucrónica incluso pensar diferente (que no hablar, ojo) constituye suma traición, y pueden ejecutarte por ello, ya que gracias a los avances tecnológicos son capaces hasta de recuperar pensamientos y recuerdos de los muertos. Nadie está a salvo. Ningún lugar es seguro. La libertad ha muerto. 

En lo que a worldbuilding se refiere, me parece que el autor se lo ha currado, y se nota. La sociedad está bien construida, y sabe plasmar perfectamente el ambiente cargado de silencio forzado, que es una de las cosas que más nerviosa me han puesto de todo el libro, junto con cierto pasaje de la teniente Akiko (que si eres un poquito sensible a este tipo de tensiones, imagino que lo sufrirás igual que yo).

No obstante, sí que he visto un exceso de ciencia ficción que no ha terminado de encajarme, ya que por mucho que hayan ganado la guerra, no sé cómo han podido crear, en los 80, los mechas (unas moles de acero gigantes conducidas por un humano en su interior, clara referencia a los Eva de Evangelion), o cómo el uso de porticales (algo parecido a las tablet de hoy en día pero con muchas más posibilidades) puede ser tan completo y resultar tan cotidiano. Siguen siendo los 80, y en esa época sólo Marty McFly era capaz de hacer cosas chulas y futuristas, ¡y eso que era sólo una película! Así pues, considero que ha querido meter cosas de la cultura pop japonesa, y ojo, que queda chulo. Pero a mí me ha hecho torcer un poco el morro, ya que en las ucronías necesito sentir, para creérmelas, que todo lo que me cuentan puede haber podido pasar de verdad. 

Al margen de esto, es un libro que merece la pena. A pesar de ser muy político, algo que normalmente me tira mucho para atrás, en este caso la trama me ha enganchado desde el minuto uno, y el ritmo no ha decaído en ningún momento, ya que el autor se apoya mucho en los saltos temporales a nivel narrativo, por lo que a lo largo de la novela vas descubriendo distintas partes de la historia, y eso te ayuda a ir encajando piezas. Me ha gustado especialmente el último capítulo, ya que me ha parecido muy bien encajado, aunque de la impresión de todo lo contrario. Los personajes son muy buenos, con dilemas internos bastante creíbles y con los que consigues empatizar (muchas veces aunque te joda), y hay mucho diálogo, lo que ayuda a que se haga más ameno. 

En fin, que me ha parecido una novela bastante buena, con unas ideas claras y bien desarrolladas, y un ambiente opresivo en el que el autor consigue adentrarte sin mucho esfuerzo.

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